Un poco de historia : desde el siglo XVII hasta el siglo XXI
En el siglo XVIII, la actividad artesanal es de subsistencia, respondiendo a las necesidades básicas de la población. En esta época, el sector artesanal adquiere cierta importancia en la Villa de Portillo y su Arrabal por encima de los pueblos colindantes.
La actividad artesanal se realiza en pequeños talleres en los que convive el maestro con algún oficial y aprendiz. Es la misma estructura que en el resto de los talleres artesanos.
Los artesanos alfareros de la Villa de Portillo y su Arrabal fueron adquiriendo renombre y sus productos llegaban a los mercados de Cuellar y Valladolid, algo que no era habitual para los artesanos de la época; lo normal es que la clientela de un artesano fuera estable y fija entre los habitantes de la localidad y sus más inmediatos alrededores.
En el año 1751, ya están censados 21 alfareros en la Villa de Portillo y su Arrabal, lo que suponía más o menos un tercio de la totalidad de los artesanos de la localidad.
Los productos que ofrecían los alfareros eran únicamente de primera necesidad. Pucheros para cocinar, platos y vasos para comer y beber, jarros para el vino, cántaros para el agua y el vino, etc.
La alfarería ha sido la industria clave en Arrabal de Portillo durante todo el siglo XX.
En la década de 1950 existían más de 50 alfarerías y más de un centenar de oficiales alfareros.
Nuestro taller
Hacia 1920 Juan De La Calle Sánchez consigue abrir su propio taller ubicado en una cueva (antigua mina del yeso).En 1938 con doce años de edad viene a trabajar con su tío Juan, TOMÁS LAGUNA DE LA CALLE mi padre. A finales de los años 60 la alfarería pasa a llamarse Alfarería Tomás Laguna hasta 1989 que pasaría a conocerse como Alfarería Laguna C.B. y en el año 2002 pasa a tomar el nombre comercial de Portillo Alfar.
Es fácil encontrar nuestra artesanía desde Mesones, Restaurantes, Tiendas de decoración y regalo, etc… hasta la Fundación Colección Thyssen Borenemisza, Fundación Siglo de la Junta de Castilla y León, TNS, Fundación Banco de Alimentos de Valladolid o los Cálices para la Beatificación del Padre Hoyos.